viernes, 11 de noviembre de 2011

Ángel de Colores

El rojo de tu cabello; rojo vivo, rojo fuego.
El negro de tus ojos; poderosos y profundos ojos.
El rosado de tus labios; rosa dulce, tiernos labios.
El naranja de tu piel; tan cálida y fascinante piel.
El blanco de tu risa; luminosa y purificadora risa.
El azul de tu voz; tranquila, sincera y melancólica voz.
El violeta de tu aroma; sereno y místico aroma.
El amarillo de tu conciencia; sabia y aguda conciencia.
El verde de tu corazón; justo, noble y esperanzado corazón.
El cristal de tu alma; diáfana, clara como sólo tu sabes serlo,
dispersando los colores que llenan mi vida gris.

Alexander Russo, Junio de 2002


Amiga

Amiga,

Tú que sentiste el clamor de los mares,
La tersura de la vaga luz del alba,
Las cenizas grises del recuerdo,
Y la voz silente en la distancia.

Amiga,
Tú que relatas lo que me acontece,
En el otro azul del cielo garzo,
Y al izar mis ojos te contemplo,
Y en el viento siento tu abrazo.

Amiga,
En los balcones de la tarde te asomas,
Si es ocaso o un ébano atardecer,
Eludiendo así a la oscura noche,
Y en los ojos de la luna te veré.

Podrá afanarse el curso de los días,
La fuerzas de los siglos venideros,
Ver la vida fenecer en su sendero,
Y hasta la eternidad serás mi amiga.
Aquella que del sol hace una miga,
Y se enardece en alturas de verdades,
Así a mi vida cercar con tus bondades,
Aunque se afane el curso de los días,
Y la ironía de nuestras soledades,
Mi gran fortuna serás tú, mi amiga,
El eterno estro a mis cantares.

Kevin Bello Parada


De Tanto, De Aquello II

Te llamaría amiga,
Pero estás más cercana
A la vereda de mis palpitos
Que al desván de mi razón.

En ese nido de dones
Y despertares vespertinos
Sin obedecer a la noble
Ventura de la vigilia.

Me salvará el olvido
De fenecer en tu recuerdo,
Como filos de espadas de un lucero
Que se alivia en la sombra
Desde su prado de brillos.

Nuestro abrazo será
Un efugio inútil por juntarnos.
La luz nos ha despreciado
En el abandono de la noche,
Al asomarse el alba
Volveremos a ser los otros
En nuestra diferida soledad.
 
Por que en la íntima persiana de los besos
No se asomarán nuestros labios,
En esta tarde cercana a la arcada acerada
De los venideros resabios.

Porque este amor enajena
Nuestra amistad deleitosa.
Si te amaría, le daría vida
A tu atuendo de enemiga,
Resumiendo tanta dicha
Y placer compartido,
A mirarte solo como una amiga,
Como tantas de aquellas
Que en verdad no amo.

Kevin Bello Parada 

De Tanto, De Aquello (Memorias fenecidas)

De aquellas viejas frases que en memorias se han vestido,
De aquellos tibios ojos que una vez fueron mi nido.
De tanto y de nada, solo en recuerdo,
De tanto y poco que me acuerdo.

De tardes de abriles rezagadas en el tiempo,
De labios que de hiel han manchado sus lamentos,
De ti o de mi, solo pretextos,
De aquel o de este, no vale ya!

Porque vestimos de pasado nuestras ganas,
Hasta de pieles ajenas el dolor,
Febril silencio que en el viento se derrama,
Entre la niebla que apresaba su candor.

No me resignes a marchar sin alma,
No me reproches si el que vuelve ahora soy yo,
Si de tanto de aquello que en ese andén vivimos,
Solo en memorias fenecidas se atavió.

De vuelta al suelo donde escarbe tu risa,
De vuelta al cielo donde oí tu voz,
De vuelta envuelta con el alma deprisa,
Por enseñarte lo que dejaste en mi rincón.

Un par de huellas, y un ojal de margaritas,
Que he deshojado esperando por tu albor,
No te das cuenta que me pesa la camisa,
Cuando te asomas en este endeble corazón.

Kevin Bello Parada (22 de Marzo, 2008, 3:51AM)


Ojos delatores

Ojos que hablan,
Ojos que gritan,
Ojos que cantan,
Ojos que anhelan,
Ojos que observan,
Ojos que rien,
Ojos que lloran,
Ojos que aman...
Ojos delatores.

Frustrante transparencia,
ventanas de mi alma,
Escape inevitable
de tantos pecios mios,
compartidos, guardados
perdidos en el camino.

Ojos temiendo,
Ojos odiando,
Ojos callando,
Ojos huyendo,
Ojos cerrados...
Mas sobran las palabras,
incluso las acciones,
cuando ellos te miran,
mis ojos delatores.

Aroma a pasado

 Junio 5, 2010

Hoy extrañamente desperté pensando en ti. La ciudad gritaba tan alto tu nombre que mis pasos tomaron el mismo camino que tantas veces recorrí, casualmente a la misma hora que solía hacerlo. 
Los recuerdos se agolparon en mi mente y una vez más fui conciente de porque te amaba con tantas fuerzas. El cielo se nubló por un momento y la melancolía perfumó el ambiente con el aroma a pasado que me seduce y me tienta pero al que constantemente le huyo.
Extrañé detenerme en el lugar de siempre y que me recibieras con el abrazo, el beso y la sonrisa de bienvenida acostumbrados... Casi pude sentir el olor de tu shampoo en tu cabello recién lavado y tu gata inoportuna paseandose entre mis piernas. La sonrisa... sonrisa de niño que aún logra enternecerme; la mirada... pícara y seductora incitándome a correr a tus brazos. 
Realmente te extraño en días como hoy en que todo parece hablarme de ti, sonrio ante las reminiscencias y al notar de nuevo que tu nombre es el más común de todos, que me persigue a todos lados o que mi mente me juega trucos haciendo que te vea donde quiera que mire. 
En días como hoy, me permito disfrutar del aroma para revivir la sensación de tenerte conmigo y finalmente, cuando sale el sol de entre las nubles y el olor se dispersa, te dejo ir de nuevo a donde perteneces, con la misma convicción del día en que te dije adiós pero sin olvidar que vendrán más días como este, en los que de vez en cuando te sentiré a mi lado y admitiré que tal vez el olvido no aplica para quien fue mi más grande amor. 

 "Yo se que nunca habrá un consuelo que me aleje de quererte si he sabido qué es amarte... Solo queda tu reflejo y ya no puedo ni tocarte, voy a extrañarte para siempre porque jamás podré olvidarte".

De las conclusiones de nuestro día final.

Julio 9, 2011
Esto es una bomba de tiempo en nuestras manos.
Eventualmente nos estallará en la cara y no sabremos qué hacer con los pedazos de nosotros que se esparcirán en el viento con las hojas caídas de los árboles en este otroño.
Y tal vez en mis manos quede alguna pieza tuya que me recordará los días de locuras y pasión, y tal vez en tu boca caigan pecios míos que te besen y te hablen de lo que siempre callé.
Paradójicamente la detonará el silencio, por todo lo que guardamos en el desván de los miedos que nos grita la razón y será ese acumulado, el catalizador para la explosión que nos lleve a nuestro día final.
Como chispas saldrán disparadas las palabras que pensamos, que sentimos, que guardamos y nunca dijimos; y será doloroso sentir que nos calcina por dentro lo nunca dicho, lo nunca hecho y aún peor, lo que nunca diremos, haremos o seremos.
Nubes de humo negro nublarán nuestra mente y opacarán los recuerdos, la melancolía y el arrepentimiento quizá nos robe el aire por algún tiempo. Sin embargo, cuando la brisa la disperse, probablemente ya se habrá llevado las memorias de lo que quisimos ser y seguiremos adelante con el cielo despejado para escribir nuevas historias.
Buena suerte con las huellas que inevitablemente te dejaré, pues suelo ser de las quemaduras de tercer grado.

Prohibiciones

Prohibido sentir,
Prohibido amar,
Prohibido doler,
Prohibido hablar,
Prohibido llorar,
Prohibido gritar,
Prohibido intentar,
Prohibido explotar,
Prohibido cambiar,
Prohibido preguntar,
Prohibido soñar,
Prohibido desear,
Prohibido contigo,
Prohibido ser yo,
Prohibido tu,
Prohibido los dos.


Diatriba para ti.

¡Te odio!  Si, te odio... Porque me tientas, porque eres incapaz de verme realmente, porque no tengo valor ni lugar en tu vida, porque solo soy el capricho de las mañanas o de cuando a ti te da la gana de jugar conmigo. 
Te odio porque desarmas mi camino lejos de ti, porque siempre me encuentras aunque huya y me esconda, porque destruyes mis defensas y atacas directo y sin piedad justamente donde sabes que me duele, pues conoces mis debilidades y arrasas cual tsunami con lo poco que logro edificar en tu ausencia.
Te odio por descarado, cruel, egoista, indeciso, inmaduro y ciego, por permitir que tu egocentrismo infantil evite que veas más allá de tí mismo y no te des cuenta de lo evidente: que Te amo y te extraño como tal vez jamás vuelva a hacerlo, que tengo sed de tus besos que aún me queman en la piel, que te deseo más que a nadie, que todo aún me huele y me sabe a ti.
Y me odio más a mi misma por amarte, por lo que siento a pesar del tiempo y del daño que me has causado, porque me heriste en lo más profundo y me marcaste hasta el fin de mis días... Te odio porque me dueles ¡Y sin embargo te extraño!
Me odio por amarte de esta manera tan inevitable, absurda y mazoquista, aún sabiendo que para ti soy solo una más... ¡Y me odio! y ¡Te odio! 
Vas y vienes de mi vida cada vez que se te antoja; al parecer se te ha vuelto un hábito, como lobo vagabundo, irte cuando más te amo y volver cuando ya creía no hacerlo.
Piensas que tienes derechos sobre mi cuerpo, que mis labios solo guardan besos para ti y que mi piel aún es la hoja en blanco donde escribes versos y compones acordes; crees que mi tiempo solo sirve para esperarte, que mi mente y alma serán siempre para ti. Cada vez estás más convencido que te pertenezco, que mi amor te dio potestad sobre mi vida y que mi voluntad está sujeta a tus deseos. 
Lamento decepcionarte esta vez. Decidí que de mi ya nada te pertenece y que las viejas etiquetas con tu nombre en mi cabeza solo nombren las memorias de aquel tiempo pasajero, del pasado compartido y de los sueños que alguna vez me vendiste al dos por uno. 
Quizá aún te amo y tal vez eso no cambie, pero te dejo ir con la resignación y el convencimiento firme de que estaré mejor sin ti, que te di todo hasta donde pude pero no puedo seguir perdiendome a mi misma. Hoy te pido que te largues, me cansé de que me uses y quiero que te vayas de una buena vez; que ya no regreses a desarmar mi vida, que me permitas dejarte atrás; y deseo, casi tanto como a ti mismo, que  empieces a serme indiferente, que me dejes en paz y que nunca más me duelas. 
Deseo como nunca pense hacerlo, que desaparezcas para siempre y en mis tiempos venideros no estés incluido.


jueves, 10 de noviembre de 2011

De anhelos y frustraciones...

Todo es tan confuso por estos días. El cielo cambia de color inesperadamente…Oscuro, nublado y melancólico cuando no estás; azul, soleado, brillante y apacible si te asomas a mi puerta  o sencillamente siento un aire sosegado al escuchar tu voz.

De repente  mi corazón late impetuosamente o de repente se queda inerte y al tenerte, es como electricidad recorriéndome de pies a cabeza, como volver a nacer y sentir la vida correr por mis venas.

Súbitamente todo es ambiguo, no puedo distinguir entre la calidez de tu abrazo inocente o la ardiente llama que  me abrasa desde adentro al sentir tu respiración caminar vagabunda en mi cuello… Ya no puedo separar una cosa de la otra, el límite se ha tornado difuso, como si ahora fueran dos caras de la misma moneda.

De un momento a otro, tu beso no eriza solo mi piel sino toda mi alma y podría perderme en la senda incierta de tu boca. De repente te deseo con más fervor  que nunca y te quiero cerca; te quiero mío aunque sienta que siempre me serás ajeno, imposible como suele ser todo lo que más he amado.

Y no importa si vive o muere el monstruo que desde hace tiempo alimentamos sin querer, si me quema en el pecho lo que nació para morir, si logro juntar suficientes pedazos de ti, si de la nada te gano o te pierdo del todo; no importa cuantas huellas dejen mis manos en tu cuerpo, cuantas paginas de tu vida tengan mi nombre o cuanto te griten mis silencios si tú no quieres sentirme y te ocultas con tu máscara de hielo…No, no importa cuanto te mire si tú siempre tienes los ojos cerrados.


El Juicio De Cupido

Córtenle las alas!
Quítenle las flechas!
Que no cobre más victimas
El farsante del amor!
Se hace pasar por ángel
Pero ha de ser demonio
Desármenle de prisa,
Para su condenación.

Se le acusa de estafa y fraude,
De acabar con espíritus sin compasión alguna,
Sus victimas predilectas eran corazones
Que rasgó con puntería,
Con  parsimonia y sin remordimientos,
Vendedor de sueños fraudulentos,
Y de utopías por realidades,
Malditas sean sus habilidades
Para hacer fiesta con los sentimientos.

Y las mentiras y espejismos,
Parecían tan bellas y tan reales,
Alucinaciones y pesadillas,
Esclavos del amo y señor del juego,
Que disfruta cruel y alimenta su ego
Y a cuentagotas desangra almas.

Nos rebelamos contra tu regimen
de ires y venires de falsedades,
nos hastiamos de los engaños,
infidelidades, despechos y decepciones;
quimeras, delirios y desvaríos,
y de lamer heridas nuevas, viejas e interminables,
no más lágrimas, no más dolor.

Llego tu hora maldito engendro
Zángano, entrometido y manipulador
Esta turba enardecida
Está sedienta de tu sangre,
Quiere venganza y desquite
Por cada saeta asesina de ilusión.

Admiren señores su sonrisa cínica,
Y alza su voz en canción armónica
Entonando el  réquiem de su hora final
Será degollado y luego en su pecho
Uno a uno clavaremos un puñal.

Concedemos a Cupido sus últimas palabras,
Y portentosamente, su sonrisa no se va
Anuncia claramente nuestra peor condena,
Y se regodea con fuego en su mirar:
“Aunque muera degollado y me claven mil espadas,
Y sobre el charco de mi sangre,
Hagan danzas de alegría, y hagan tal algarabía
Porque Cupido falleció,
Tendrá todo ser humano el ávido deseo
De vivir  en el mundo para amar y ser amado
Pues quien una vez lo ha probado
Cual droga, se hace adicto
Al placer, al dolor y al sinsentido,
Y siempre será un esclavo del verdugo del amor.
Mi trabajo ya está hecho”.



El Acertijo

Vos sos mi asunto en el tintero,
Mi ecuación sin respuesta,
El misterio por descubrir,
El enigma en mi cabeza,
Y la incógnita constante,
Acertijo no descifrado que me inquieta.
Vos sos el torturador de mi mente,
El encabezado en mi lista de pendientes,
Que me resigno a no entender.
Aunque me desvele comprenderte
y la curiosidad lleve a cuestionarme,
Es más cómodo quererte ingenuamente,
Sin motivo o fundamento,
Sin lógica o explicación;
Porque sos de las cosas que se meten en el alma
Evadiendo a toda costa la razón,
Y perteneces al mundo de lo absurdo,
De lo sentido y lo sufrido,
De aquello que solo se entiende en el amor.

Recuento

Esta masa amorfa de cuestiones inconclusas
Kamikaze de recuerdos, rompecabezas sin armar;
Aquel beso en el tintero, tu caricia en el ropero,
Amores de alquiler que no fueron ni serán.
Tu voz en mi cabeza que no para de cantar
La canción de ayer, tan tuya, tan mía...
Pudo ser y no fue.

El frío que quema del corazón de hielo,
Par de plumas de mis alas, ojos de limón con sal,
Los besos pa’ mi boca que ahora le darás a otra,
La foto en el buró y las cartas sin marcar.
Veneno de mentiras, ardor de huellas en mi piel,
Olor a sexo matutino,  tu nombre en el sillón,
Lo que fue y ya no será.

La muerte del tiempo, apagón del cielo,
La prisa de la vida por huir de mis manos,
Danzas con fantasmas de viejos momentos, 
Celdas con barrotes de dolor y pasado,
Orgullos perdidos para no reconocer
Que todo acabó, que lo nuestro en cenizas quedó.

En nuestra guerra fría todo se derrumbó,
Partes rotas de ese sueño compartido
Que murió sin ser cumplido, 
como lo que soy, como lo que fuimos;
Vivimos con anhelos de lo que pudo haber sido,
Eterno verdugo, lo que dimos o no dimos,
Ya no volverás conmigo, ya no estoy más contigo.


De mi vida y sus dilemas...

Y bueno, siempre he dicho que cuando escriba un libro llevará este título, porque aunque suene a cliché o a palabras vacías, mi vida sí que ha estado llena de dilemas y sucesos curiosos. Incluso me resulta divertido analizarla como fiel espectadora de una serie drama-comedia de televisión (A veces creo que algún canal me espía y mucha gente se ríe de mi tipo The Truman Show) en la que soy la protagonista. 
No soy escritora pero esto de escribir me exorciza. Dicho lo anterior, no pretendo perfección en formas o estilo, solo plasmar lo que me fluye en los momentos en que escribir es un impulso y una necesidad para mi salud mental. 
Sin más que decir, por ahora... Welcome to my fuckin' life! ^^