"All the mistakes one life contained, they all finally start to go away. Now that we're here it's so far away and I feel like I can face the day, I can forgive and I'm not ashamed to be the person that I am today".
viernes, 24 de agosto de 2012
En el último día de su vida.
En el último día de su vida despertó desde temprano. Terminó de pintar el cuadro que llevaba meses inconcluso. Luego se fue al cine a ver un drama, comer crispetas y llorar lo que no había llorado en los días anteriores al último día de su vida.
En el último día de su vida rentó por horas endorfinas en dos ruedas; tomó esa bicicleta y rodó y rodó por la ciudad. Corrió en contra vía, a todo lo que dieron sus piernas; y sintió la brisa, se sintió volar como otras tantas veces lo había conseguido de la misma forma.
Hizo estación en el mar, en el último día de su vida, para sentir el calor del sol, para olfatear la sal, saborear la libertad y ver el atardecer, ver la muerte solar como pronto llegaría la suya. Entonces pensó en el día anterior al último día de su vida.
El día anterior disfrutó a la familia. Los invitó a almorzar, los hizo reír con sus mejores ocurrencias, las últimas ocurrencias. Y esa fue su manera de decirles cuántos los amaba sin despertar sospechas de la cercanía del último día de su vida.
El día anterior pasó lo que restaba de la tarde con el hombre que amaba, que amó desde el primer momento en que cruzaron la primera palabra y que amaría porque sabía que si el amor realmente existía en este mundo, debía ser eso que solo conoció hasta tenerlo en sus brazos. Le hizo el amor con la esperanza de morir en ese instante, pero era demasiado pedir. Le susurro tantos Te amo como pudo, para marcharse más liviana y para dejarle los suficientes y necesarios para el resto de su ausencia.
En la noche anterior al último día de su vida, salió con los amigos, los de siempre, los de verdad; los llevó al mismo bar y luego a bailar para desgastar sus pies y tomar hasta la imposibilidad de dejar de sonreír; cantó, rió y el alcohol la excuso para abrazar a su antojo sin ser descubierta.
Esa madrugada, la anterior al último día de su vida, decidió que su último día sería un obsequio para sí misma. El día que nunca se tomó para caminar andariega sin adornos ni compañías, siendo egoísta, para ser totalmente ella, para respirar y recoger las fracciones de alma, para no dejarles más de ella.
Se drogó por segunda y última vez, y durmió abrazada a la alucinación con nombre propio de su deseo más profundo, de su sueño más hermoso.
Su mente volvió entonces a el último día de su vida, sonrió para si misma y retomó la bicicleta. Fotografió como siempre había querido todo cuanto pudo, y compró un álbum que sería su único legado, para ser recordada como se veía justo el último día de su vida.
Se miró en la última foto y respiró tranquila, ligera, en paz. Recogió todo y regresó a casa.
En el último día de su vida cenó con la familia y procedió a dar las buenas noches. Su efusividad fue atribuida al día libre que había tomado.
Se acostó en su cama, encendió la música y vibró con ella por última vez preguntándose si mientras moría Dios le permitiría tener soundtrack; después de tenerlo en vida, no esperaba que su partida fuese diferente. Cerró los ojos hasta caer en un sueño profundo.
La mañana siguiente al último día de su vida abrió los ojos y empezó a llorar desconsolada. No murió el día que se suponía, sería el último de su vida; estaba viva, inhalando y exhalando, en la misma cama, la misma casa, el mismo asqueroso mundo que se había alistado para abandonar. De repente empezó a reír a carcajadas cada vez más sonoras, ante la ironía del Universo y su exquisito humor negro.
Supo entonces que seguiría regada entre la gente, perdiéndose en las rutinas, desbaratándose en las personas; y se resignó a existir hasta que Murphy buscara otra víctima para trollear.
Supo que ya ni siquiera tendría lo único que se atrevió a pedir, un último día, SU último día, porque había perdido todo sentido y solo se levantó a vivir, a esperar que le cumplan la promesa fallida del último día de su vida.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario