Verte crecer y presentir tu camino,
Verte llorar por el amor ausente,
Verte sufrir por el amor silente,
Verte esperar señales que nunca aparecieron.
Abrazarte, mientras me aturden tus gritos,
Sentir tu dolor en mi pecho,
Derramar una lágrima muda contigo,
Por darte ánimos, por parecer fuerte,
Por todos los sueños que ese día en ti murieron,
Los imposibles, los que en realidad te asesinaron.
Te mataron por dentro.
A los 12 años lloré contigo,
sin que pudieras sentirlo, sin que pudieras verlo.
Lloré porque lloraba un niño,
Lloré porque supe que era el día de tu muerte.
Cambios, penumbras,
Ojos apagados, ojos muertos,
Tan muertos como el ideal que tenías de tu madre,
Tan tristes como la impotencia que debió sentir tu padre.
Tan solos, tan idos...
Sin alma, sin bríos.
Tan rojos de llorar o de drogarte,
Tan opacos divagando en otros mundos.
Tu voz se hizo un hilo, tu alegría te abandonó.
Hasta tu cuerpo tomó forma de cadáver,
Perdiste cuántos kilos?
Dejar de verte. No escucharte.
Orar por ti, por luz en tu camino.
Temer lo que presentí,
Lo que a los 12 años vi en tu destino.
Dejar de verte e imaginarte,
en tu carrera suicida, en tu muerte buscada,
no la de tu alma que fue destruida,
no la de tu espíritu, si ya no sientes nada.
Verte de lejos un par de veces,
Verte vagando, verte como un extraño.
El extraño en que te convertiste desde los 12 años,
Acordarme del niño que aun me duele,
Del que creció conmigo y tomaba mi mano,
Pensar que te me fuiste y aun a pesar del tiempo,
Vivir matando esperanzas que sé, serán en vano.
Pensarte y elevar plegarias,
Porque al menos cuando te llegue la hora,
No sea para ti una agonía,
No tenga ese trance ninguna demora.
Llorarte en silencio como siempre lo hago,
Resignación. Angustia. Melancolía.
De nuevo resignación.
Seguir con mi vida, guardarte luto en cada pensamiento.
Pensarte días seguidos,
Y como hoy, temer el aviso
Que nos confirme que ya te has ido,
Que no te veremos, que se ha cumplido
El vaticinio que vivimos temiendo.
A pesar de todo, tengo un especial ruego,
Que donde estés puedas sentir,
Que te hemos querido.
Te perdonamos.
Perdona.
Te seguimos queriendo.
Por más discusiones que haya dentro de tu casa,
Por más que creas que tu amor es causa perdida,
Ten la seguridad de que ellos te quieren
Y que ese cariño dura toda la vida.
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